Al principio...


Vivimos, o así me parece, una época un tanto convulsa y necesitamos o mejor: necesito obligarme al ejercicio gimnástico, y no precisamente al estético sino al ético. Necesito hacer ejercicio de prudencia, de templaza, de fortaleza, de responsabilidad, de rigor, de entereza, aunque también de arrojo, de esfuerzo, de audancia, de ardor y de quién sabe cuantos otros "músculos" que pueda tener atrofiados. Este espacio, esta "quinta columna" tiene vocación de "banco gimnástico" y por más barbaridades que escupa o vomite, tibiezas por los que me deje llevar o lisonjas merecidas o inmerecidas regale, será mi cuerpo, será mi alma la que habrá de sufrir o gozar. ¿Religión, filosofía, salud mental? Que cada cual coja su "banco" o su cruz y participe con ilusión de la olimpiada de la vida.



sábado, 7 de abril de 2012

Preguntas sin formular, respuestas sin contestar



Hace pocos días me sorprendía la declaración de una joven un tanto perpleja, manifestando su total ignorancia respecto a un tema que –una vez enterada del mismo- indicaba su preocupación por no haber tenido la oportunidad de estar informada. Nuestro complejo sistema de razonamiento necesita de un soporte informativo básico sobre el que conjugar hipótesis y tomar decisiones. Puede parecer muy enrevesado lo que digo, pienso que son muchos los jóvenes y no tan jóvenes de los que podríamos decir con preocupación: ¡Cuántas respuestas importantes para su vida sin contestar y preguntas sin formular!. Estamos sobresaturados de información, jamás en la historia de la humanidad, una parte importante de la misma, tuvo a su disposición la ingente cantidad de datos hoy disponible. Aunque no siempre los que fluyen resultan edificantes, más bien todo contrario. La ignorancia es preocupante pero sobretodo, la adulteración de los flujos informativos. Las redes sociales o las “TDTs” son hervidero de intoxicadores y personas que tras el parapeto digital, despotrican y destilan odio en ingentes cantidades. Poca importancia habría que darle sino fuera por que el nivel de formación, de estudio o lectura no figura entre las necesidades de los espectadores. Hoy, Viernes Santo, para las personas de edad, crédulos o incrédulos, siempre fue un día especial para la reflexión sobre el significado de la vida y la muerte, dudo que muchos de los anteriores sepan, tan siquiera, de esa oportunidad y de la necesidad de adentrarse un poco en el sentido de la vida.

publicado en Diario Jaén 6/abril/2012