Al principio...


Vivimos, o así me parece, una época un tanto convulsa y necesitamos o mejor: necesito obligarme al ejercicio gimnástico, y no precisamente al estético sino al ético. Necesito hacer ejercicio de prudencia, de templaza, de fortaleza, de responsabilidad, de rigor, de entereza, aunque también de arrojo, de esfuerzo, de audancia, de ardor y de quién sabe cuantos otros "músculos" que pueda tener atrofiados. Este espacio, esta "quinta columna" tiene vocación de "banco gimnástico" y por más barbaridades que escupa o vomite, tibiezas por los que me deje llevar o lisonjas merecidas o inmerecidas regale, será mi cuerpo, será mi alma la que habrá de sufrir o gozar. ¿Religión, filosofía, salud mental? Que cada cual coja su "banco" o su cruz y participe con ilusión de la olimpiada de la vida.



sábado, 30 de abril de 2011

Moviendo líneas fronterizas.

(Publicado en Diario Jaén, 29 de abril de 2011)

Siendo un modesto “opinador” de un digno diario de provincias, cualquier reflexión en voz alta que transcienda tu entorno próximo, te suele parecer toda una osadía, máxime cuando se trata de opinar sobre acontecimientos internacionales. Creo, no obstante, que los sucesos y los protagonistas de los mismos, nos deberían de interpelar y, cuanto menos, dedicarle una abstracción o una opinión o una expresión deliberada y generadora de estados de opinión.

A no muchos kilómetros de nuestra costa mediterránea se suceden centenares de acontecimientos que fluyen no sé si de forma espontánea o provocada y confluyen hacia nosotros. Abstraerse de esta realidad evidencia ignorancia, temeridad o quizá indolencia. Se aventuran riesgos al igual que oportunidades y, tanto para unos como para otros casos, deberíamos de estar preparados. Las sociedades del norte de África están plantando cara a sus gobernantes, cientos de miles de seres humanos demandan lo básico y en el paquete piden dignidad. Interpretar sus peticiones, acogerlas antes que otros iluminados (sean “amigos extravagantes” o integristas), dependerá muy mucho lo que ocurra en este patio de vecinos que es el Mediterráneo.

Hasta hace poco días, decían que Europea empezaba en los Pirineos. Algunos de nuestros propios compatriotas, repusieron la frontera en Andalucía; quizá por ello, nosotros los andaluces, tras haber pasado por marginaciones y discriminaciones, deberíamos de estar preparados para generar comprensión económica y social y "bajar las lineas fronterizas" más allá de la cordillera del Atlas y el desierto del Sáhara.

Tal como seguro habréis entendido, no se trata de expansiones políticas ni prevalencias de ningún tipo sino de poner a prueba la capacidad mutua de comprensión, de integración, de hermandad universal. ¿Un sueño? Tal vez, pero algunos sueños nos han de servir de inspiración para poner a prueba nuestra capacidad transformadora.

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