Al principio...


Vivimos, o así me parece, una época un tanto convulsa y necesitamos o mejor: necesito obligarme al ejercicio gimnástico, y no precisamente al estético sino al ético. Necesito hacer ejercicio de prudencia, de templaza, de fortaleza, de responsabilidad, de rigor, de entereza, aunque también de arrojo, de esfuerzo, de audancia, de ardor y de quién sabe cuantos otros "músculos" que pueda tener atrofiados. Este espacio, esta "quinta columna" tiene vocación de "banco gimnástico" y por más barbaridades que escupa o vomite, tibiezas por los que me deje llevar o lisonjas merecidas o inmerecidas regale, será mi cuerpo, será mi alma la que habrá de sufrir o gozar. ¿Religión, filosofía, salud mental? Que cada cual coja su "banco" o su cruz y participe con ilusión de la olimpiada de la vida.



lunes, 26 de diciembre de 2011

2012, solo para superhéroes

Solemos los finales de año recapitular sobre los mismos. El ejercicio es saludable, posiblemente nos ayude a no cometer los mismos errores, y digo posiblemente porque entiendo que aciertos y errores no necesariamente están ligados a la bondad o la maldad de nuestras acciones. Visto así, posiblemente la condescendencia para sí y para con los otros sea más virtud que desatino. Por tanto, sometido a examen este último año me califico con un "progresa adecuadamente", aunque si me preguntara hacia dónde, no sé que respuesta he de dar. Así que prefiero encarar el futuro, si no con renovado optimismo si que con apreciable interés. Me da que sobre el año 2012 se han conjurado ancestros y coetáneos. Sí, ya sabéis, las historias esa de los Mayas y las que nos cuentan los analistas políticos y económicos de la actualidad, por lo que ante tanta película y series de terror, me apunto al carro de los superhéroes. 

Este próximo año todos hemos de sumarnos a esa familia de personajes extravagantes (no porque lleven los calzoncillos por fuera y las chicas tengan un genio del carajo) que acumulan para sí, desde la "a" a la "z" todo el diccionario de conflictos emocionales suscrito por los loqueros del mundo y aún a pesar de ello, cuando la humanidad entera se ve amenazada se revuelven hasta la extenuación. Sí, lo confieso soy un "chalao" de los comic de Marvel. En estos últimos años mis héroes de los 70 han ocupado las pantallas: Thor, el Capitán América, la Patrulla X, el Hombre de Hierro, Estela Plateada, Dan Defensor, los 4 Fantásticos, etc. (lo siento al margen de no saber ingles, así se llamaban en mis tiempos mozos), por desgracia, nuestras principales amenazas no han sido derrotadas. Ya veis, 2012 acongoja pero mucho. Ahora bien, venga, preocupémonos lo justo, este próximo año se estrena: Los Vengadores (The Avengers), el no va más, los personajes más superhéroes juntos. ¡Que tiemble la crísis y los supervillanos). 

 Mi último párrafo iba a empezarlo con "bueno, en serio", pero no, es que voy en serio. Tenemos que recuperar a toda costa nuestra capacidad de ensoñación, nuestra ganas de vivir, nuestro espíritu combativo, de sacrificio, de entrega por causas perdidas, tenemos que vencer miedos, pudores y complejos. Tenemos que, claro está, recuperar nuestra confianza en el equipo y, creer, mantener la convicción que juntos, viñeta a viñeta, día a día, podemos hacer otro mundo posible. ¡¡Venga ánimo!! ¡Tampoco os he pedido que os pongais los calzoncillos por fuera ni a los calvos -como yo- peluca rubia! Que tengáis un magnifico año.

lunes, 5 de diciembre de 2011

Perdidos.

¿Recuerdas la serie de televisión emitida hace algunos años titulada Perdidos?. Un accidente aéreo deja a decenas de supervivientes en una isla misteriosa donde el tiempo no parece regirse por regla alguna, dónde los personajes escenifican distintas variables de sí mismo y una constante aureola de misterio envuelve y amenaza su cotidiana supervivencia.


Nuestro diario acontecer parece el guión de un capítulo más de la serie. No sé si por culpa de accidente casual o atentado, la vida, tal como la conocíamos se ha roto en mil pedazos, el confort de la nave con destino o rumbo fijo se ha truncado por una inhóspita existencia y demonios en las obscuridades que obedecen a nombres como depresión, decrecimiento, descrédito, desesperanza acechan amenazantes nuestra frágil existencia.


Como en cientos de catástrofes, villanía y heroicidad se dará por igual. Estamos solos y sólo podemos confiar en nosotros mismos. Un dato curioso de la serie de Perdidos es que ninguno de los personajes supervivientes formaban parte de la tripulación, de aquellos que gobernaban, marcaban el rumbo y hasta decidían el minuto a minuto del pasaje: hora de comer, atienda instrucciones, abróchense los cinturones, les recomendamos estos productos.


El diario capítulo de nuestras vidas, hoy, nos obliga a redefinir nuestros personajes, posiblemente a rebuscar en lo más profundo de nuestro ser, ese perfil heroico, rebelde, proactivo, solidario, que busca y se compromete con la familia superviviente, que desprecia la tentación de vivir bajo la forma de cualquier ente parasitario, abúlico o cobarde, que genera proyectos para el futuro, que regenera una forma nueva e ilusionante de vivir, e inyecta esperanza y recrea oportunidades para generaciones venideras.

¿Mucha tarea? Quizá, mientras tanto hagámoslo, no vaya a ser que llegue el concluir de la serie y descubramos que estamos muertos, no será así, ya siento el fragor de mil batallas y la placidez del descanso y ocio compartido, y sé que no estoy solo.

"¡¡No me digas lo que no puedo hacer!!"