Sólo allá donde impera el miedo, el silencio es capaz de extender su manto gélido, haciendo que el frío se instale en el tuétano mismo de los hueso. Sólo allá donde impera el miedo, la mordaza es complemento de moda en nuestra habitual indumentaria. Sólo allá donde el miedo extiende su imperio los pobres son perros mudos que rebuscan en los cubos de basura y los ricos y poderosos eructan sus gracias en las plazas del pueblo. Sólo allá donde el miedo extiende su imperio, la pena negra no es cante jondo sino dolor de tripas y miseria. Sólo allá donde impera el miedo se ejerce el derecho de pernada, el déspota arrebata al pobre su misero patrimonio, explota su trabajo sin compensación, humilla cien y una vez su dignidad herida, vomita su cinismo en el rostro mismo del deshonrado.
-Con permiso.
-Tengo miedo, ruego me disculpe mi patrón, pero temo por mí y por la suerte de mis hijos.
-Es verdad que culpa tiene usted.
-Discúlpeme de nuevo pero mis vecinos están en las últimas, le vendieron a usted el carnero y no han cobrado. No si yo lo decía por si hubiera por ahí un trabajillo, obviamente pagado.
-¡Ah, que de esos no le quedan!
-Sí, si lo siento, y usted que culpa tiene. Mire es que yo pensé que usted habiéndose quedado con el cortijo y como nos prometió cuando tomó posesión …
-¡Lo siento, lo siento no quería molestarle, si yo lo comprendo, es que todo está tan mal, y claro que culpa tiene usted de ello si cuando se hizo cargo de la posesión todo era una ruina.
En fin, como si no le hubiera dicho nada, procuraremos morirnos sin hacer mucho ruido o mejor, en silencio.
Hay que viajar más, y no hablo sólo en el sentido literal del verbo, así se curan muchos miedos. Dicen.
ResponderEliminarcon un buen chute termina por viajar uno, jeje. Pero la cuestión no es evadirse a los problemas de mi gente, no puedo huir, solo quedarme y compartir su desolación y su miedo y.... evidentemente seguir luchando
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