Sí, sé
que me vas a decir que Cáritas es mucho más que eso. Lo sé, estuve
algunos años al frente de las mismas en la ciudad de Jaén y sé de
su sentido eclesial, al igual que si equivalente a justicia. Aunque,
la percepción de muchos es que resucita Cáritas, que es tanto como
decir vuelve la beneficencia. No sé si en tono peyorativo. Mira como
yo lo veo: contamos, o contábamos con una especie de ejercito que
había de enfrentarse a toda una pléyade de Jinetes de la
Apocalipsis. El ejercito en cuestión, comandado por líderes
políticos, económicos y también religiosos discurren en arduo
debate de cómo afrontar la batalla de la crisis . Ellos, fuera del
alcance del fuego enemigo, poseedores del avituallamiento y la
intendencia, han ido dejando caer línea tras línea a las exiguas y
hambrientas fuerzas del tercer sector, de la economía social y de
todos aquellos pequeños emprendedores (más parecidos todos ellos a
románticos guerrilleros). Mientras, el ejercito profesional:
políticos, banqueros, patronal se pertrecha cobarde y bien
alimentada. ¿Qué dónde esta Cáritas en esta batalla? Cáritas es
el último reducto, su meritoria labor es intentar hacer sobrevivir a
la indefensa población, Pero no da un paso adelante y quizá –tal
vez complacida en hipócritas lisonjas, no hace aquello para lo que
en realidad fuese destinada: LA DENUNCIA PROFÉTICA.
Al principio...
Vivimos, o así me parece, una época un tanto convulsa y necesitamos o mejor: necesito obligarme al ejercicio gimnástico, y no precisamente al estético sino al ético. Necesito hacer ejercicio de prudencia, de templaza, de fortaleza, de responsabilidad, de rigor, de entereza, aunque también de arrojo, de esfuerzo, de audancia, de ardor y de quién sabe cuantos otros "músculos" que pueda tener atrofiados. Este espacio, esta "quinta columna" tiene vocación de "banco gimnástico" y por más barbaridades que escupa o vomite, tibiezas por los que me deje llevar o lisonjas merecidas o inmerecidas regale, será mi cuerpo, será mi alma la que habrá de sufrir o gozar. ¿Religión, filosofía, salud mental? Que cada cual coja su "banco" o su cruz y participe con ilusión de la olimpiada de la vida.
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